Lo negativo de las cachimbas

Las pipas de agua, bien conocidas como narguilés, pero que también se llaman shishsa y hookahs, se refieren a un equipo muy común en una práctica centenaria en el Oriente Medio y Asia, que consiste en fumar cigarrillos, con la diferencia de que el humo pasa primero por el agua y luego llega al fumador.

Este equipo funciona de la siguiente manera: se coloca el tabaco con los aromas y sabores que la persona quiera en la parte superior (fornillo) de la shisha. Esta mezcla se calienta con un carbón especial para la shisha. En la base, que suele ser de vidrio, metal o cerámica y puede diseñarse con adornos, es donde está el agua.  Luego, cuando la persona tira del aire a través de la manguera, la presión dentro de la base disminuye y el aire calentado por el carbón pasa a través del tabaco, formando el humo que baja hacia el agua, donde se filtra y se enfría, siguiendo hasta la boca del fumador.

Esta práctica está ganando cada vez más adeptos en Occidente y en todo el mundo, principalmente debido a que existe la creencia popular, aunque errónea, de que la shisha es menos dañina que fumar el cigarrillo convencional. 


 

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe en el que se disipa este mito y se demuestra que, de hecho, la shisha causa más daño que el cigarrillo, y en una sección que dura de 20 a 80 minutos, expone al fumador a componentes tóxicos equivalentes a fumar 100 cigarrillos.

La presencia de agua hace pensar a algunas personas que elimina las sustancias tóxicas, pero en realidad hace que la persona ingiera aún más humo. Sin darse cuenta, la persona ingiere cantidades mucho mayores de sustancias tóxicas.

Con cada trago de un cigarrillo común, la persona ingiere más de 4700 sustancias tóxicas, muchas de ellas cancerígenas. Estas sustancias también son ingeridas por quienes usan la shisha y las consecuencias, como el desarrollo de varios tipos de cáncer y la adicción, son también las mismas. Para ver el efecto de la inhalación de estas sustancias, lea los textos siguientes:

  • - Nicotina
  • - Alquitrán.

Otro agravante es que en la shisha la persona ingiere concentraciones mucho más altas de monóxido de carbono (CO), porque además de lo que libera el tabaco, también hay una cantidad que proviene de la quema de carbón, que también produce otras sustancias cancerígenas muy potentes y mutagénicas, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HPA), el principal de los cuales es el benzopireno. La cantidad de metales pesados en la shisha es también mucho mayor.

 


Además, como es posible conectar varias mangueras a la pipa, a menudo la fuman varios jóvenes al mismo tiempo, siendo un medio utilizado por algunos para "entrar" y ser aceptado por un determinado grupo. Sin embargo, éste es otro factor de riesgo importante, ya que aumenta en gran medida las posibilidades de transmisión de enfermedades infecciosas como el herpes, la hepatitis C y la tuberculosis.

Hay algunas que mezclan otras drogas adictivas, como las bebidas alcohólicas y otras drogas ilícitas. Así pues, el uso de la shisha todavía puede llevar a la persona a utilizar otras drogas aún más nocivas y a empezar a fumar, porque la persona se vuelve dependiente.

Comentarios