Es un dispositivo electrónico para fumar (DEF). En general, tiene forma cilíndrica, tiene una punta que funciona como una litera y, en su interior, un compartimiento (tanque) en el que se introduce el líquido (compuesto que lleva nicotina, sabores y aromas artificiales), cuya concentración varía de un fabricante a otro. Es común ver pautas sobre la reducción de la nicotina para dejar de fumar.
El cigarrillo eléctrico no quema el tabaco (y tampoco produce humo). Al calentar la sustancia líquida, produce vapor, que es menos dañino. Como no hay quemado ni tostado del material, el usuario no inhalará sustancias conocidas que causen problemas respiratorios y cáncer. El calor es producido por una resistencia calentada (atomizador) por una corriente eléctrica que proviene de la batería de litio.
Toda la tecnología en la forma de usar el cigarrillo electrónico se entiende entre la batería, el atomizador y, en algunos casos, en un panel de control para hacer algunos ajustes. Debido a que tiene estas características, es común encontrar modelos similares a las memorias USB y recargables. Lo que se señala como atractivo para los adolescentes.
El cigarrillo electrónico ha sufrido muchos cambios y está en la cuarta generación. El primero era más simple y tenía la forma de un bolígrafo, funcionaba con un pequeño recipiente, como una ampolla de nicotina líquida, y se calentaba con una batería. Luego fue perfeccionado por sus "plagiadores" hasta que se convirtieron en vaporizadores.
¿Cuales son sus ventajas?
En resumen, en el cigarrillo común, el usuario quema e inhala todos los productos de la combustión que causan irritación en el sistema respiratorio, queman las pestañas de los bronquios y causan las enfermedades que ya conocemos; en el cigarrillo electrónico se hace una nebulización de la nicotina. En teoría, los que fuman pueden beneficiarse siendo menos dañinos.
¿Cuales son sus desventaja?
En los cigarrillos, la sustancia que es adictiva es la nicotina. El cigarrillo electrónico se lanzó como una alternativa para reducir el daño al público que ya fumaba el cigarrillo común y no podía dejarlo. Sin embargo, el consumo de vapers ha atraído a jóvenes y a personas que nunca han fumado. Esto es principalmente lo que los médicos señalan como un problema. Además de que la dosis de nicotina es controlada por el usuario.
Para aquellos que cambian con el objetivo de fumar menos o dejar de fumar, como el hábito de tragar se mantiene, el usuario también mantiene la dependencia del comportamiento. Y si se utilizan altas dosis de nicotina, a veces más altas que las de un cigarrillo normal, la persona sigue siendo dependiente de la droga, la nicotina.
Otro factor de atención es el hecho de que los vapers pueden ser manipulados por usuarios que pueden suministrarles dosis más altas de nicotina o con muchos aditivos problemáticos y no recomendados.
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